Un
equipo internacional de científicos ha logrado un nuevo récord mundial
en teletransportación cuántica, al reproducir las características de un
fotón a otro, a través de 143 kilómetros al aire libre. Este logro se ha
conseguido en las instalaciones que la Agencia Espacial Europea (ESA) tiene en el archipiélago Canario.
El
estudio, publicado en la revista 'Nature', indica que los autores transfirieron las
propiedades físicas de un fotón a través de la
teletransportacióncuántica entre la Estación Optica Terrestre (La Palma)
y el observatorio de la ESA en Tenerife. Este logro abre un nuevo
camino para comunicaciones de larga distancia cuánticas. En este sentido, hay que remarcar que la
primera teletransportacióncuántica se llevó a cabo en condiciones de
laboratorio. Ahora, el desafío era mantener el entrelazamiento
entre dos fotones separados por 143 kilómetros, a pesar de las
perturbaciones por las condiciones atmosféricas.
De
hecho, este trabajo ya se intentó, con resultado negativo, en 2011. En
esa ocasión, las condiciones climatológicas fueron desfavorables al
logro y los científicos han tenido que esperar un año para volver a
intentarlo. Los expertos ha explicado que las dos estaciones canarias,
situadas a 2.400 metros por encima del nivel del mar, hacen frente a
duras condiciones meteorológicas, incluyendo lluvias, niebla o tormentas
de arena. El nuevo récord mundial se obtuvo el pasado mes de mayo,
aunque no se ha hecho público hasta ahora. Para los científicos, el siguiente paso sería lograr la teletransportacióncuántica a
un satélite en órbita, para demostrar la comunicación cuántica a escala
mundial.
En la
ciencia se habla de la teletransportación cuántica desde hace aproximadamente 20 años a raíz de que los físicos comenzaron a hablar de energía y
de estructuras para definir la realidad. Gracias al avance en
conocimientos de mecánica cuántica, fue posible un marco teórico en el
que la teletransportación era concebible. Así, se descubrió que el
estado cuántico de un objeto, es decir, su estructura más elemental,
podía en teoría ser teletransportada y los científicos se imaginaron que
una entidad muy pequeña podía ser transportada de un lugar a otro sin
moverse de su posición original. Se trata de transportar su estructura,
es decir, su esencia última, y no la materia del objeto, que permanece
inamovible tanto en el punto de partida como de llegada.
Ya queda menos para olvidarnos del avión...