martes, 23 de abril de 2013

¿Por qué pagamos más por la luz en España?

En España los hogares pagan un 38% más por el kilovatio de luz que la media europea.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha asegurado que el coste del kilovatio hora (kWh) para el consumidor doméstico en España es de 0,166 euros, mientras que en la media de la Unión Europea asciende a 0,12 euros, y ha advertido de que sólo los hogares de Chipre y Malta pagan más por este concepto.


¿Por qué sucede esto? He intentado recopilar la mejor explicación de lo que he podido encontrar en la web:

En el sector eléctrico, un oligopolio encubierto, la llamada “liberación” iniciada en el año 2003 permitió un expolio masivo a los consumidores. En poco tiempo subió las tarifas un 38% a familias y empresas y después exigieron compensaciones por todo. Por “competir” inventarían los CTC, que les permitirían depredar a los españoles 11.000 millones de euros. ¿Dónde estaba la competencia? Se llevó al Constitucional, el cual jocosamente dijo que este expolio de 11.000 millones era una “decisión política legítima”. Desde entonces manipulan el sistema de fijación de precios como les viene en gana y realizan mil tropelías más, y aunque han sido denunciados varias veces, nunca ha pasado nada.
En línea con ello, las remuneraciones de sus Consejos de Administración y órganos ejecutivos son las más elevadas de Europa y de la OCDE. En 2004 el Gobierno saliente aprobó la ley de energías renovables más disparatada del planeta. Otorgaba las primas más altas y por más tiempo del mundo,  que no se reducen, como en el resto de países, con las mejoras tecnológicas, y que no están diseñadas para beneficiar al consumidor sino para saquearle. En la mayoría de países, las primas a la fotovoltaica se conceden a consumidores individuales, jamás a grandes instalaciones.
Y para completar el desastre se cedió a las comunidades la concesión de los permisos. La autorización por parte de un cacique local de un gran parque eólico podía valer –solo la obtención del papel– hasta 200  millones de euros, y de una gran fotovoltaica, hasta 40 millones. Unos pelotazos de antología, y eso solo para empezar. Luego, como en ocho años se amortiza la inversión, quedan 22 para inflarse. Todo esto nos ha llevado a tener la mayor potencia eólica y solar del mundo y el doble de la capacidad de generación eléctrica de la necesaria. Un tercio del recibo de la luz son las primas a las renovables. 9.500 millones costaron en 2012, un 23% más que en 2011. La fotovoltaica cuesta diez veces más que la media de fuentes de generación. La luz ha subido un 70% desde 2006, el triple que en Europa según Eurostat, lo que está aniquilando cientos de miles de empleos y miles de industrias. Es el mayor expolio de la historia industrial de España.



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